Dice un colega que una vez fagocitado el rock por el pop y convertirse en música de Starbucks y supermercados, el último refugio de los adolescentes para comunicarse entre sí es la música inaudible, imposible de escuchar. Desagradable de cojones. Se refería, concretamente, al Death Metal y al Hip Hop que habla de pollas y coños. Estoy en parte de acuerdo (en lo de la función de la música como identificador del grupo, para distinguirse del rebaño y tal)... pero el tío que dijo esto se dejó la Caca. Esto (publi encontrada en Praga este agosto) sí que es regodearse en lo an-der-graund. Por cierto, los Squash Bowels vinieron a Molins hará un año o dos... y comieron bocatas como la gente normal. Lo juro.
La fiesta de la Caca.
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1 escandalizados por el precio del bolo de R.Waters:
Pero y cagarlos, ¿eh? ¿Como los cagaron? A ver si estamos al tema y recogemos los testimonios gráficos que realmente importan.
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