Cada vez somos más. Arrinconados, obligados por las normas sociales o por normas explícitas de nuestro trabajo. Ayer tuve un encontronazo con el mundo real al ir a hacer unas entrevistas a "Polonia" (no diré más). En el protocolo de investigación se especificaba cómo teníamos que ir vestidos: sin tejanos, sin "playeras" (cielos, ¿estamos en verano del 86 y yo no me he dado cuenta o qué?), sin camiseta, con chaqueta que no puedes quitarte durante toda la entrevista y con corbata opcional. El protocolo para las chicas era menos estricto pero también acojonaba. No lo respeté, obviamente, pero me dejé la camiseta losmaiden en casa. Al volver en metro me tocó un tipo en el mismo cubil con una camiseta de los maiden, precisamente, y aunque yo traté de lanzarle "vibes" (soydelostuyostío, soydelostuyos,hemanodelmetalllll), no surtieron efecto.
En el día a día calculo que un 30% de las veces llevo camisetas rockeras, y soy una privilegiada por poder hacerlo, aunque también dejo para los findes el cuiiiiro. En mi caso determina más qué voy a ponerme por la mañana el frío que tenga -pocas camisetas jevirulas de manga larga en mi haber- y la pereza (de eso siempre tengo de sobras), por lo que lo que pillo más a mano (generalmente, lo último lavado y doblado) o lo que consume menos tiempo (una única capa mejor que dos o tres). Y aún así, a veces -como ayer en "Polonia"-, me siento una traidora a la causa. A esta militancia autoestética autoimpuesta, pero a la que sientes que le debes algo porque te ayudó a forjarte una personalidad, una identidad, cuando eras chinorri. Y aún hoy te da un plus de seguridad en según qué circunstancias.
O bien se producen situaciones extrañas como el viernes pasado en un curso de diseño de encuestas, con peña de medio mundo. Se me acercó una china, me cogió de la camiseta del killers y me dijo "I've never met a researcher so cool, look at your clothers and your earrings!" (y no, no tengo pendientes en el jeto en otro lado que no sean los lóbulos). Y yo le dije algo así como "well, I still feel more like an student". Que, de paso, es vedad.
Como digo, JonnnhyTheFox no puede ni soñar con ir al curro de jevo, así que deja las J'haibers y la sudadera de Enthombed para después de las 8. Painkiller curra en casa, así que me temo que irá en pijama todo el día, como los parados. El Doctor Metal... bueno, no lo he visto currar nunca -así que ni siquiera puedo asegurar que en realidad no esté recluido en un hospital mental-, pero si es cierto que curra en la hostelería, dudo que le dejen ir en bermudas y chanclas. Lo del Capitán Napalm es una cuestión de autocensura, porque es su propio jefe, pero no vendería tan bien humo a mequetrefes pijolaris si se presentase a las reuniones con una cami de Queensrÿche.
Así, a priori, guiándome por las estadísticas de los Metaldefenders, parece que sólo pueden ser fieles a su estética el 100% del tiempo los jevis que trabajan en oficios manuales cualificados o no: repartidores, mozos de almacén, técnicos de imprenta, mecánicos, empleados de la deixalleria, electricistas... todos los demás pasan por el aro y no se la juegan en la entrevista de trabajo ni en el día a día de su curro. Así que tenemos un gran contingente de graduados universitarios con trabajos de cara al público que van de incógnito entre semana. Y luego el grupito que os digo de gente con etiquetas de anís del mono a los que raramente se nos saca del cuarto de las escobas y podemos ir vestidos de Doraemon, si queremos...
No tengo solución para esto (ni sé si es un auténtico problema o el purito paso del tiempo). Únicamente se me ocurre, bros, que imprimáis y colgueis el siguiente cartel en vuestro lugar de trabajo:
Y así de paso promociono un poco estos dos eventos cerveceros en los que la Zulogaarden correrá a raudales y también podras comparar fanzinacos (El Tonterias del Rock y el Cretino)
