Old Town


Pedazo de chasco es darse cuenta de que una canción pop que secretamente pensabas que “no está mal” es en realidad una versión de uno de tus músicos favoritos. Y para acabarlo de adobar, la versión le da como ochenta patadas a la original. La canción en concreto es “Old Town”, el grupo pop, The Corrs, y el puto genio que la compuso Phil Lynott. En mi descargo diré que los discos de Phil Lynott en solitario son bastante horrorosos. Farragosos, barrocos, babosetes... con algunas excepciones. Nada que ver con lo que hizo con Thin Lizzy (¿tendría Lynott oculto un crooner que el resto de su banda intentaba controlar?)

En fin, esta canción tenía la semilla de algo muy bueno que los Corrs han sabido pulir, o mejor dicho, dejarlo a la vista en su sencillez. El que arregló la canción original puso un montón de perifollos chunguísimos de digerir. Lo que sí que es la caña es el vídeo, con un Lynott-dandy guapísimo –aunque yo prefiero al macarrón- paseándose por Dublín. Concretamente –como dice un comentario en youtube-: Ha’Penny bridge, Ringsend, Grafton Street, The Long Hall, Bandstand (Herbert Park) y Ringsend Pier. Deseandito estoy volver a Dublín a hacer mi propia versión del vídeo. Y sólo tengo una cosa más que decir:...
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¡Hola!

Original:

Versión mejorada por mucho que me pese:

Pedofilia y/o arte




Una de las portadas más inquietantes y famosas de la historia del rock es la del álbum “Blind Faith”, del supergrupo homónimo... Las superbandas o supergrupos -formaciones integradas por varios músicos famosos, creadas como proyectos cortos y paralelos a sus bandas principales- fueron un fenómeno muy frecuente en los 70; y tal vez ésta fue la primera, o al menos una de las pioneras. Rastrear a algunos de sus componentes –algunos multireincidentes, como Eric Clapton en The Band o ésta misma, Blind Faith, entre otras- es una tarea tan entretenida como hacerse una idea del árbol genealógico de los Martell de Dorne (Westeros).

Lo que hace unos años era una incógnita sólo al alcance de algunos frikazos hoy es de dominio público y está recogido en Wikipedia. Esta extraña portada, para muchos canto descarado a la pedofilia, fue obra del fotógrafo Bob Seidemann, colega de Clapton. En una reciente reedición del álbum explicó que la fotografía quería representar los logros de la ciencia y el conocimiento de la mano de la inocencia; y que para representar esta última quería la imagen de una chica lo bastante joven como para no parece una pin-up. Contactó con una modelo inglesa de 14 años pero le pareció demasiado “hecha”, así que al final se quedó con su hermana de 11 años, previo consentimiento de los padres. La chica sostiene un adorno de coche con forma de transbordador espacial pero también de ergonómico dildo.

Yo veo una bonita composición, con el campo y el cielo de fondo... la chica es muy guapa, cara de mujer, cuerpo de niña... y tiene una expresión de desprecio –también un poco de colgada- que da la impresión de que controle totalmente la situación, algo que subraya el hecho de que parece a punto de hacer estrellar el avioncito, casi retando al fotógrafo. No veo lo que cuenta Seidemann, sino más bien que algo aparentemente frágil y bello puede ser peligroso. Pero desde luego no veo pedofilia por ningún lado y sí belleza. ¿Vosotros?

La modelo se llama Mariora Goschen y hoy debe rondar los 58 años. Masajista profesional, puede que al final sí le fuera la marcha, después de todo.



Os dejo con mi canción favorita del álbum, Presence of the Lord. Si las misas se oficiasen con himnos así mejor le iría a la curia...
 

me las pido para reyes!