NO ME VOY, ME ECHAN

Pues sí queridos amigos, os tengo que anunciar que me voy de Barcelona. Bueno, de hecho no me voy, me echan. Anderresulta que no puedo beber ni mear en la calle, tampoco puedo estar en un garito porque me los cierran todos por la presión ciudadadana y las ordenanzas de civismo. No puedo tampoco estar con 3 amigos a las tantas de la noche por la calle, ya que, sino, viene la poli y me manda pa casa; pero claro, a qué casa voy a ir si tampoco puedo acceder a una ya que valen un pastón??, tampoco puedo irme a mi hipotética casa (si me la pudiera pagar) en bici, puesto que no puedo ir por la acera y por la calle al no haber carril-bici destinado al uso y disfrute de las mismas, habida cuenta que ir por Barcelona con el tráfico que hay es jugarse la vida. Por supuesto, tampoco puedo coger el coche. Hay 3 controles de policía por metro cuadrado y te hacen hasta bailar la conga con el copiloto para ver si estás en condiciones óptimas. En taxi, ni de coña, con los mil euros que cobro no me da para pagar los 3 Euros de la bajada de bandera; y en transporte público no me atrevo, la última vez estuve media hora atrapado en él y no quiero repetir experiencia.
Ahora mi mayor duda es como huir de aquí. Por autopista, chungo. Puedo coger una caravana de 40 kilómetros en el peaje de Martorell y no llegar nunca. Por carretera, imposible, porque no existe esa posibilidad ya que no se puede salir de Barcelona sino es pagando. Y en avión, menos. Todavía recuerdo los 2 días de retraso con los que salió mi madre la última vez. Y, bueno, en tren... qué os puedo contar que no sepáis ya por las noticias.
Sólo espero no ponerme malo de aquí al día de mi partida, ya que el hospital no tiene luz y no me podrían atender. Creo que me dedicaré a vagar por la ciudad sorteando generadores de la Fecsa hasta una hora prudencial en que me refugiaré en un cajero, a la antigua usanza.
Pues nada que dentro de nada me voy a la toma de Granada. Desde allí empezaré a crear mi imperio del mal y destrucción. Será mi mordor particular, mis planes de dominación del mundo están cercanos a prosperar.
Lo que más me duele es lo del idioma, tendré que aprender a hablar andaluz, pero, bueno, suerte que podré hablar catalán en la intimidad como Ansar.
En fin, un abrazo de machote para todos los que conocí aquí. Que sepáis que siempre os tendré en mi duro corazón de guerrero. Aunque con esto de internet no hay ni fronteras ni distancia, o eso dicen…