REO SPEEDWAGON, a taste of 80's.

Este grupo de nombre desafortunado (es el nombre de un camión de bomberos) se formó en Estados Unidos en 1967 y cosechó algunos éxitos destacables a finales de los 70 y principios de los 80. Pese a que aquí los conocemos por un par de Singles, siguen en la carretera y acaban de publicar Find your Own Way Home (2007), así que los veremos en breve por Iberia (sin sumergir). Queda la duda de si seguirán con esos pelos tan espantosos o Dios misericordioso los habrá vuelto calvos como a la mayoría de los músicos de su generación. Tal vez no, ya que la calvicie se relaciona con una concentración elevada de testosterona en sangre y las powerbaladitas de Speedwagon son poco power, poco testosterónicas...

Sin embargo, no están exentos de sentido del humor. Uno de sus álbumes se titula You Can Tune A Piano, But You Can't Tuna Fish (me recuerda lo de “esto no es bonito, esto es... atún”). Y en sus horas bajas, tocaron en un supermercado (abril 2007) y se cachondearon de ello... “A las groupies les sigue encantando la música, pero en vez de arrojar su ropa interior hacia el escenario, ahora la están comprando a un par de góndolas de distancia” (Kevin Cronin, cantante).

Pero qué quieren. Una lleva unos meses haciendo regresiones diarias a la infancia. Y el AOR está por todas partes, cielo santo, ¡fue la banda sonora de mis primeros años! (eso, Parchís y las canciones de las series de dibujos animados: con ¿qué os quedaríais? Ya, con los dibujos animados...).

¿A qué se parece esto? Pues así a primera escucha tiene un rollito Toto por las armonías vocales y por los teclados. También se dan un aire a Kansas y Journey –con quienes, por cierto, han hecho varias giras en plan “la Década prodigiosa”-. Casi todo el mundo enmarca este grupo en la corriente AOR (adult oriented rock), pero algunos lo consideran “Arena Rock”. Esto es, una mezcla de hard y rock progresivo con mogollón de coros...que lo hace ideal para ser tocado en vivo, preferentemente en estadios monstuosos (Arenas).

Os dejo con dos baladas bastante chanantes. No van a rockear vuestro culo pero os garantizo flashbacks ochenteros agradables (niñas en chándal en la clase de gimnasia, tardes de verano en la plaza comiendo "capirotes"o el descubrimiento de una caja llena de Cónans polvorientos en la habitación de vuestros padres): Take it on the Run y Keep on loving you.