Calçotada Indoor

El siguiente post trata de como elaborar una auténtica claçotada en tu propia casa (comida típica de Catalunya que sirve como excusa para engorilarse por las montañas y acabar con la lengua lila. A los jevis catalanes les pirra hacer calçotadas y jugar al potro).

Para los que sepan y los que no sepan que es un calçot, para hacer una calçotada da igual si hace mal tiempo, es igual si sólo sois dos personas, es igual si en vuestro pueblo no os dejan hacer fuego en ningún sitio, es igual si no tenéis pasta para ir a un restaurante (comer calçots en un restaurante es un poco pijais)

Lo primero que hay que hacer es comprar los calçots (son los hijos de las cebollas cuando se hacen grandes). Nosotros compramos 75 para dos personas. Acostumbran a venir en fajos de 25 o 50 unidades.
A estos calçots se les ha de aplicar un tratamiento especial:

1-Se limpian de arena uno a uno en la pica
2-Se les corta la cola, que no se come (almenos yo no conozco a nadie que se la coma)
3-Se distribuyen en las dos bandejas que tienen los hornos de la siguiente manera:



En este caso los calçots no son muy grandes, cosa que nos hace posible ponerlos guapamente en dichas bandejas. Estas bandejas se ponen de manera simultánea en el horno, antes habremos dejado el horno a to trapo 5 minutos, y cuando pongamos los calçots lo bajaremos unos 50º aproximadamente.



Los calçots en el horno tardan en hacerse bien unos tres cuartos de hora. Cuando lleven la mitad de tiempo en el horno cambiamos de orden las bandejas, es decir, la de arriba a bajo y viceversa. EL objetivo es que se hagan bien por todos los lados. Cuando queden 10 minutos para que estén hechos volvemos a poner el horno a to trapo para que se torren un poco por fuera.

Mientras hacemos los calçots en el horno elaboraremos la famosa salsa de calçots conocida como Romesco. En la siguiente foto podemos ver los ingredientes que se utilizan:



En una sartén empezamos a hacer el sofito con los tomates troceados en cachos muy pequeños y la mitad de los ajos que queramos que tenga el romesco. Yo acostumbro a poner bastante.

De mientras que hacemos el sofito ponemos las dos ñoras en un vaso de agua (0,33) y lo metemos en el micoondas un minuto como si hiciéramos una infusión de ñoras. Dejamos reposar ese vaso hasta que lo necesitemos

En un recipiente de turmix metemos las almendras (la mitad del paquete... aunque eso va a gustos), la otra mitad de ajos que nos queda y dos tostadas troceadas. Yo como no tengo recipiente de turmix lo he hecho en cazo pequeño. La cosa verde que sale en la sartén es perejil, una prueba piloto.



Cuando el sofrito empieza a hacerse, separamos el contenido del vaso que tenemos reposando, las ñoras a la sarten y el agua al recipiente del turmix. Cuando echemos las ñoras en la sarten empezamos a chafarlas con una cuchara de madera y a remover para que no se pegue el sofrito.

El sofrito, una vez tiremos las ñoras, habrá de estar unos 20 o 25 minutos más en el fuego. Yo lo retiro cunado he desintegrado con la cuchara la ñora en la sartén y el sofrito empieza a pegarse a saco.

Cuando tengamos hecho el sofrito lo tiramos al recipiente del turmix y lo batimos bien (pero bien). Ha de quedar más o menos así:



Bueno, pos ya lo tenemos listo. Sacamos a la mesa los calçots en papeles de diario, ponemos la salsa en platos planos para mojar bien y nos ponemos hasta el culo. Importante tener un recipiente en la mesa para poner la piel de los calçots.



Por cierto. Los calçots se comen cogiéndolos por la cola, quitándoles la piel con un pellizco en la otra punta y tirando, mojándolos en la salsa y metiéndoselos en la boca a piñón, no hacen falta cubiertos. Tal que asín.



Otra cosa que tenéis que saber es que los calçots tienen un efecto secundario. Tu culo se convierte en el bajo de Lemmy durante 24 horas.

Prometemos que el tema del próximo reportage fotográfico será la elaboración casera de cerveza.